En esta época, la sección de frutas y verduras se tiñe de otoño brindando al socio y cliente productos de temporada. Además de moras, castañas y pimientos del piquillo enteros, asados y pelados, no faltan por supuesto los hongos y las setas silvestres.

Como ocurre con la caza, los establecimientos que cuidan los menús con platos de temporada presentan ofertas con estos productos otoñales. En el caso de los hongos y setas silvestres, Cooperativa dispone de una gran variedad de tipos de setas, según provisión, todo depende del tiempo y del proveedor.

· Hongos (Boletus aereus, edulis o pinícola): Es el más conocido y demandado por el hostelero por su finura y posibilidades culinarias. Su carne delicada, ideal para revueltos y guisos o estofados.

  • Chantarela Zizahori: De agradable sabor y tiene rendimiento culinario tanto guisada como en conserva o seca.
  • Gula de Monte: La forma más clásica de cocinarlas es con un refrito de ajos, exactamente de la misma manera que las angulas de verdad.
  • Tubi: De la familia de las Chantarelas es parecida a la Gula de Monte, pero peca de tener menos sabor.
  • Trompeta Negra: Muy aromática y de sabor profundo, potenciado cuando es desecada. Excelente en arroces.
  • Robellón: A menudo es consumida a la plancha, asada, guisada, o como complemento de los guisos de carne.
  • Senderuela: Muy apreciada por su sabor, a pesar de no ser carnosa como las setas tradicionalmente más buscadas.
  • Negrilla Tricoloma: Se considera un buen comestible, si bien su parecido con especies tóxicas recomiendan mucha precaución en su recolección e identificación.
  • Llanega Blanca: En la cocina es una seta muy apreciada que se utiliza para acompañar platos de carne, especialmente guisos y estofados.
  • Llanega Negra: Acostumbra a salir acompañando guisos de carne, ave o caza por lo general.
  • Amanita Caesarea: Para muchos, es la reina de las setas.